Islas en la Red

7.3.05

Semana del recuerdo

Ya estamos metidos en plena semana del aniversario de la tragedia del 11 de Marzo. Mucho se habla ya, y se escribe, alrededor de esta efeméride sangrienta, y tal vez lo mejor fuera hacer lo que dice Mary: guardar silencio. A mí,el acercarme a estas fechas me ha llevado a repasar lo que escribí en aquel mes de marzo.

Veo que la primera entrada del mes es un texto alrededor de algo tan simple como la compra de una libreta para tomar notas, algo de la vida de todos los días, como tantas cosas que hacemos, como coger un tren por la mañana para ir a trabajar. En el último post de marzo reseñaba dos espacios que me están sirviendo, en ese momento, para digerir los acontecimientos. Entre medio, ya saben ustedes.

El día once, esto fue lo primero que pude escribir en cuanto alcancé un teclado. Y aquí, lo que se me vino a la cabeza un rato más tarde.

Pero esto es una bitácora sobre poesía, fundamentalmente, y empezaron a llover poemas: de Manuel Rico y Angeles Maeso, de Enrique Falcón y desde Venezuela también llovieron poemas.

Por mi parte, apenas pude escribir un par de versos, poemas cortos, trincados, que no publiqué en su momento. Creo que no podía. Ahora, me parece que no han resistido el paso del tiempo. A la gaveta pues.

Recupero para este post, una frase de George Steiner, que encontré en ese momento y de la que dejé referencia en el blog, pero que vuelvo a copiar aquí, porque creo que es de esas cosas que no debemos olvidar los que escribimos. Deberíamos recordar siempre que detrás de cada asesino por razones políticas, étnicas o religiosas, suele haber un fino intelectual llevando su pensamiento hasta las últimas consecuencias sobre un papel, alimentando la guerra civil. Cada uno debe saber qué rol quiere jugar.

La frase de Steiner es esta:


"La comunicación o, más precisamente, la voluntad de comunicar, las intencionalidades de lo expresivo, ya sean públicas o privadas, son fatalmente imperfectas. Comunicar con soltura, y más si se hace elocuentemente, es falsificar. Los clichés, la hipocresía individual y social, la sospechosa zalamería, infectan al lenguaje como una lepra. El lenguaje ha servido (brillantemente) a los imperativos del genocidio y del servilismo político. Es una reserva que parece inagotable para la apología y la mendicidad, para el embellecimiento ficticio y amnésico.".


Para quien las quiera, aquí están mis reflexiones de aquel momento, sobre lo acontencido en los días 11 al 14 de marzo de 2004 publicadas en la colectiva Trapera.

2 Comments:

  • Creo que nos toco vivir un periodo de la historia que no olvidaremos nunca, asi como los que participaron en guerras y otros acontecimientos pasados no los olvidaron...

    By Anonymous Anónimo, at 4:56 p. m.  

  • Y más que viviremos...me temo.

    By Blogger Daniel, at 8:32 p. m.  

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