Islas en la Red

30.10.03

Y más extraña lengua

El lunes 20 asistí a un acto cultural. Sí señor. El que suscribe. Y aquí estoy, sin que me haya pasado nada después de tanto tiempo de no asistir a este tipo de actividades.Ya se sabe: la paternidad ayuda a crecer, pero también genera limitaciones. El acto en cuestión, que tuvo la suerte de contar con el hito de mi asistencia (es broma) fue la presentación de la colección "Y más extraña lengua", por parte de sus promotores, Daniel Barreto y Jose Miguel Perera. Esta nueva iniciativa editorial se ha estrenado publicando dos libros a la vez, con valentía y ambición: uno de un autor reconocido, Jorge Rodríguez Padrón, con una extraordinaria "Conversación en dos días de otoño", en torno a la figura de Ossip Mandelstan,?y un poemario de uno de los editores, José Miguel Perera, "Trenistenla es venida".

La presentación contó con el padrinazgo de Eugenio Padorno, mentor y animador de un excelente grupo de nuevos filólogos inquietos, y de Juan Jiménez, ambos poetas de largo recorrido.

En su presentación de la colección, Eugenio Padorno se remontó a las primeras colecciones de poesía canarias tras la guerra civil, en los años 50, y de alguna manera respondió a una duda alrededor de la que andaba yo estos últimos días. ¿Porqué los libros de poesía editados en Canarias suelen ser delgados, y las obras de tamaño pequeño (30-50 poemas, menos a veces)...? ¿Nos falta aliento para desarrollar los tochos con los que nos "regalan" ciertos poetas penínsulares que con 45 años presentan un tomo de obras completas de 500 o más páginas, demostrando tanta capacidad de trabajo como falta de rigor autocrítico? Padorno comentó que aquellas viejas colecciones no debían superar los 300 ejemplares y un cierto número de páginas, para no tener que pasar por la censura de las autoridades franquistas de Madrid, pudiendo recibir el visto bueno de su publicación en Canarias, por parte de autoridades supuestamente más benévolas o menos preocupadas por la literatura como arma subversiva... ¿Viene de ahí? ¿Viene de la falta de presupuesto para realizar ediciones más ambiciosas...? Contra esta posibilidad están los breves e intensos poemarios de los surrealistas canarios anteriores al golpe fascista, como "Transparencias fugadas" de Pedro García Cabrera, o "Enigma del invitado", de Emeterio Gutierrez Albelo. Tal vez la necesidad de la contención expresiva sea una característica de la mejor poesía canaria... no lo sé.

Daniel Barreto, uno de los motores de la colección, hizo una presentación decidida, que explicaba su curioso nombre "Y más extrana lengua", procedente de una obra del poeta fundador en Canarias, Bartolomé Cairasco de Figueroa en su obra "Comedia del Recibimiento". Extraña lengua desde la lejanía de su fuente original, extraña en cuanto su ubicación, en un territorio pequeño, fragmentado y disperso que duda de su propia condición, que tiene dificultades para expresarse.

Reconozco que acudí esperando encontrar a los exquisitos habituales levitando sobre la tierra, tratando de evitar cualquier manchurrón, y me encontré con un grupo de jóvenes, que desde la tradición de la innovación poética, que es otra de las características de la mejor poesía isleña, no dejan de preguntarse sobre su relación, como poetas, con el espacio físico y social en que viven. Muy estimulante.

Leyó poemas de su obra José Miguel Perera. Es una obra difícil, complicada de leer y que requiere sentarse frente a ella y echarle una lucha, pero en la lectura tampoco ayudó, dicho esto con todo cariño, Jose Miguel. Cuando leí en casa el primer bloque de poemas, me sorprendió su ritmo y su extraña legibilidad. Los poemas sonaron en mi cabeza mucho mejor que lo que me parecieron al escucharlos. Es normal. Leer los poemas propios es a veces más difícil que afrontar los ajenos.

Los poemas de José Miguel están cargados de tensión, y de una oralidad en conflicto, como suena a veces el castellano en boca de los isleños del interior. Esta tensión triza las palabras, que rebotan como sobre un cuero de tambor. Uno de los asistentes al acto comentó, tirando de la referencia a Cairasco y su "Comedia del recibimiento", que tal vez un Doramas (un lider aborigen canario, muerto durante la guerra de conquista) redivivo hablaría el castellano de la manera musical y contradictoria de los poemas de José Miguel. Me pareció que no estaba traído por los pelos.

Aquí tienen el primer poema de Trenístenla es venida. Traten de leerlo en voz alta, y déjense llevar por el ritmo inicialmente. Busquen las pistas después:

Tirante, viento tente
al cuerpo nuestro,
que ahora sí, huye
isla tan impulso
hacia estados de rectitud incierta.

El individuo crede
preterido o retirado,
dentre el hueco huero de la luz,
vetusto y presente,
redondeado de mar.

21.10.03

Orihuela

Nos vamos de viaje de trabajo. A modo de compensación, aquí les dejo un poema de Antonio Orihuela de su obra Comiendo Tierra. Disfrutenlo:

"Cada vez veo más gente
con una venda
puesta en los ojos.

Incluso he visto gente a las que,
habiéndoseles movido un poco

se la vuelven a colocar correctamente."



La imagen de al lado

La imagen de al lado es un antiguo mapa de las Islas Canarias, que aparecen entretejidas en una red de líneas, que no son otra cosa que pistas para delimitar donde estamos y caminos apenas dibujados sobre las mareas. pasa a formar parte de la presencia de esta bitácora, como icono representativo de nuestro nombre: Islas en la Red

15.10.03

Imágenes bitacorales III

Aquí está el padre de todos, recogido en una pintadera aborigen guardada en El Museo Canario. El baile del sol lo hizo piedra una persona asomada a la raya universal del horizonte, y ahí quedó para todos: una narración de la luz que nos alimenta.

Pintadera


14.10.03

De la transparencia

Leo en el períodico local La Provincia, una frase del pintor Juan Rodríguez que me detuvo en el ojeo cotidiano, realizado, como siempre, sin gran intensidad: "Me inspiré en la transparencia de Las Canteras".

�Puede ser una playa transparente? �Es el ojo el que descubre la transparencia en los objetos y los seres, o es transparente la mirada?... Todo esto enlaza con la Visión de Manuel Padorno sobre el "Arbol de luz" y su mitología alrededor de la playa.

Y, de repente, surge la bendita causalidad. Leyendo "Telescopio en la noche oscura" (fragmento 29) de Ernesto Cardenal, recién adquirido, me encuentro la siguiente maravilla:

"Todo ser es transparente, pero
la transparencia no es otra cosa
sino un no ser para que pase la luz"


Claro que �puede no ser una playa? Tal vez la transparencia sea una cualidad que los pintores detectan con más facilidad que los poetas, también porque las palabras suelen oscurecer más que iluminar, que dejar ver lo que "es". Detrás de todo este arrebato aparentemente místico cabrían preguntas sobre el papel de la poesía: una poesía de la transparencia no debería ocultar nada, ni siquiera las contradicciones y las miserias, y si te elevas sólo conseguirás verlas con más perspectiva... Si la luz ilumina un rincón oscuro, se ven las cucas correr... Esta es una investigación que prometo continuar.

10.10.03

Una conversación

Estos días mi amigo Ernesto Suárez (poesía de Ernesto en La Calle de la Costa, foto y bibliografía poética en: http://www.geocities.com/letrascanarias/ernestosuarez.htm), hemos estado hablando, a través de la red de unas cuantas cosas: política, poesía, de ambas cosas a la vez, de la tele... Barriendo las paridas propias de cualquiera de nuestras conversaciones, cuelgo aquí algunas de las cosas más sugerentes (y poco originales, tal vez) que hablamos:

"-- El otro día me descubrí pensando casi como un dandi, es decir, en aquello de reivindicar la belleza, la excelencia estética por encima o más allá de la mediocridad... en tanto que lo mediocre y bovino es, ante todo, el chiste grueso, las vísceras televisivas (emocionales y físicas), la violencia. Es darle la vuelta a la tortilla. Socialmente se ha asimilado el mal gusto y el feísmo, lo freaky. Vivimos con ello en la magnificencia cutre, modelo José Luis Moreno. Yo no soy capaz de ver las pelis de Torrente sin pensar en Esteso, Pajares y demás.
El asunto es dotar a la reivindicación de "lo bello" de un sentido de cambio, de valor. Casi recuperar el valor de la educación como factor de elevación, de liberación personal y colectiva tal como hicieron en su momento los movimientos obreros.

- Tal vez sea esto. Habría que remontarse a los principios de movimiento obrero; la lucha por el tiempo libre, por ejemplo ¿Cuántas personas en Europa, supuesto "paraíso social" no han conseguido nunca acercarse al tope de 8 horas de trabajo por el que se manifestaban los obreros a fines del siglo XIX y que damos por más que conseguidas? Y por su uso positivo, por la educación, como bien señalas. Ahora mismo el feísmo y lo freak no escandaliza ni genera contradicción alguna. El sistema se lo come, lo eructa y lo caga. El sistema dice: para freak yo, pollaboba, que me alimento de basura y de muertos... Esto me pasa con los poetas del llamado "realismo sucio": a la primera lectura te hacen gracia, y a la segunda... no hay segunda lectura, porque en la mayoría de los casos es una pose más, tan vacía como el dandysmo, pero más facilita, porque hay que estudiar menos... Sí creo que hay que reivindicar la belleza, pero una belleza dura, como un tenique, como un poema de Juarroz o una de esas narraciones de Isaac de Vega. Una belleza que interpele.

- Una pregunta sobre la poesía española "moderna". ¿Alguien sabe qué se está escribiendo en Alemania? �o en EE.UU.? �o en Gran Bretaña? �o en Francia? La poesía española se autoreferencia en ciertas líneas que tú indicas (experiencialidad/formailismo/poética del silencio/conversacionalismo más o menos "sucio"...) y a lo más miramos a ver que pasa en la otra costa del idioma español, pero sin demasiado interés tampoco....Creo que esto es una carencia clave de todos nosotros... Se ha perdido la curiosidad por la "poesía internacional" o no hay "movimientos o vanguardias" transnacionales. Habría que ponerse a investigar algo por ahí.

- Ahora estoy escribiendo poco... ando dedicado a pensar y a leer; a pensar sobre poesía tratando de buscar modelos y referencias que me ayuden a ubicarme, las famosas muletas, y en dos líneas: rigor: Juarroz, Gelman, Gamoneda, Padorno -redescubierto-, Feria, Maccanti, Celan..., y raíz humana, y, por humana, social, interpeladora de la realidad que se da por buena.

- Por suerte o por desgracia, necesitamos modelos. Las referencias, en el caso poético, los modelos internacionales arrastran en cierta medida el fantasma del eurocentrismo. Me explico. En el XX, el objetivo estaba claro: acceder a lo que sucedía en las grandes metrópolis del primer mundo occidental: sucesiva y paralelamente, París, Berlín, Londres, Nueva York, San Francisco....No eran Roma, Lisboa, Madrid (�!), Barcelona o Amsterdam. No lo serán, al menos en nuestra vida; tampoco México DF o Calcuta. De hecho, el fenómeno de inmigración "de la cultura" ha supuesto que conocemos algo de estos otros ámbitos mediatizados por las metrópolis (los escritores angloindios o Walcott, por ejemplo). Es un fenómeno antiguo, si nos atenemos, incluso, al imperio más imperio de todos, el romano. ¿es posible hallar alternativas a esto? acaso sea útil el concepto de red para dotar de sapiencia social a algo que no pase por el centro. Sinceramente creo que aquello de la mundialización cultural no es sino otra idea neocolonial.

- Creo que desde el mundo de la"cultura" se pueden hacer cosas por intervenir en el modelo de sociedad actual de manera constructiva. Esto es más fácil en según qué artes o artesanías. Por ejemplo, los Wu Ming hablan de la fabricación de mitos colectivos, de leyendas alternativas emanadas de la historia no ( o muy poco) escrita de las luchas sociales que resulten movilizadoras. Ese sentido tiene el rescate de la figura de los anabaptistas y de las revueltas campesinas durante la reforma protestante en "Q": recordarnos, de entrada, que nuestras luchas son muy viejas, que vienen de muy lejos.... Esto es más fácil de hacer para un narrador o un director de documentales o de cine, seguramente, que para un poeta. Los poetas tendremos que buscar nuestra manera de posicionarnos, tal vez centrados en la base de nuestro trabajo: el lenguaje, lenguaje que requiere limpieza (sí, de toda la basura verbal que nos aturde, el viernes pasado había un artículo curioso de Javier Marías en El País Semanal). Quizás los poetas debamos trabajar por salvaguardar el lenguaje como herramienta limpia y colectiva frente a su uso como poder...

- Efectivamente, estamos de nuevo y como siempre ante las diferencias entre prosa y poesía, entre la épica y la descripción y el poema y la lírica (los malos tiempos de los Golpes bajos). Desde la poesía, estoy contigo, el trabajo estaría acotado al lenguaje, salvando los escollos del (mal)uso que se ha hecho de afirmaciones como esa. Hay una pequeña antología de un poeta mexicano Antonio Deltoro publicada por la revista de Carmona Palimpsesto muy interesante. No tanto por los poemas, que algunos son excepcionales, sino por la entrevista que incluye. En ella, Deltoro hace afirmaciones del tipo siguiente: frente al lenguaje de la urgencia y la novedad y la prisa, el lenguaje demorado y lento de la poesía; frente a.la grandilocuencia de la comunicación de masas, la simplicidad de la comunicación del tú a tú en el poema. Habla de tiempo lento para la poesía como espacio esencial. Ya te pasaré el librito cuando vengas. En el fondo estaríamos trabajando con la vieja idea del contrapoder, el movimiento alternativa, la contracultura, o como lo quieras denominar. ¿Qué implicaciones tiene eso aquí desde las islas? Hay que conectarse.

- Creo que en poesía la cosa va por donde comentas, por trabajar sobre el lenguaje, rescatándolo y limpiándolo de mierda. Ustedes los psicólogos lo saben y lo estudian: el lenguaje puede ser una herramienta, un instrumento de dominación. Tal vez tras la política de degradación de la comunicación social haya una estrategia deliberada dirigida a fabricar ciudadanos con dificultades de comprensión lectora y problemas de expresión verbal mínimamente compleja que sirvan de base a una dictadura de tecnócratas organizada en estructuras bi/tripartidistas, que permitan mantener una fachada pseudo democrática (toma teoría de la conspiración tras el programita de Sardá y el hotel glamour)... Por eso el rescate de la palabra y de la honestidad expresiva... por ahí se va a la claridad, que no es igual a inteligibilidad inmediata, sino, una propiedad del poema. Para mí Gamoneda o Gelman son más claros e inteligibles, por otra parte, que la guía de teléfonos o cualquier periódico local. Por otro lado, la poesía debe ser interpeladora, cuestionadora del modelo de realidad que nos venden, y para ello no necesita discursos, sino establecer su presencia y su propia versión de lo real, de lo importante y lo intenso...

- Por último, aunque sin desarrollarlo. Creo que esa idea de búsqueda de la belleza, con rigor, esencialidad, humanismo y presencia social es un buen motor... de búsqueda, como Google. ¿Seríamos capaces de generar alguna propuesta mínimamente coherente?


¿Quién dijo qué? La verdad que entre nosotros eso da igual.

6.10.03

Imágenes bitacorales II

Los Cubos de la Memoria de Agustín Ibarrola. Foto gentileza de la revista Babab, donde puede leerse también esta interesante entrevista con el autor:

Los Cubos de la Memoria



3.10.03


Poesía en el límite: volviendo a Gamoneda


Hace unos días colgué una nota sobre el último libro de Antonio Gamoneda "Arden las pérdidas", que se me quedó a medias. En ella venía a decir que Gamoneda es un poeta transparente apegado a la veracidad de la existencia, o, si se prefiere usar esa palabra tan mal vista, a la realidad. Y lo hace además adecuando el lenguaje poético a las experiencias a que se acerca, experiencias en el límite de lo expresable, y no estoy pensando aquí en el tópico de la "inefable" tan habitual en cualquier texto o reseña sobre una obra poética. Gamoneda nos acerca a momentos cuya dureza es muy, extremadamente difícil de expresar con rigor poético: la lenta disolución que supone la vejez, la muerte diaria que conlleva ir perdiendo las referencias vitales, el horror de las masacres que adornaron la historia española...

"Arden las pérdidas. Ya ardían

en la cabeza de mi madre. Antes

ardió la verdad y ardió

también mi pensamiento. Ahora

mi pasión es la indiferencia.

Escucho

en la madera dientes invisibles."


Se dice de Gamoneda que es un poeta integrable en la generación de los 50 si bien se aparta de los temas y tonos dominantes de ésta. A mí sin embargo, su actitud ante el poema me recuerda a la dos poetas canarios integrables por edad en esa misma generación, y, como no, desconocidos fuera de las islas: Arturo Maccanti y Manuel Padorno. Son poetas radicalmente distintos en sus temas y en los colores que emplean, desde la proclamación solar de la existencia de Padorno a la mimetización con la lluvia y la niebla de Maccanti, o el sabor a tierra perdida para la labranza de Gamoneda. Me refiero a la actitud: buscando los límites de la experiencia desde la poesía, con un radical compromiso con el mundo expresivo que cada uno asume, llevándolo hasta su límite "hacia otra realidad" citando a Padorno. Exigencia creativa, sin hacer trampas. Esta actitud suele expresarse en poemas breves, pero tensos como una correa, duros como pedernal... nada que ver con minimalismos o silencios que sólo expresan la incapacidad del poeta o su gandulería. En los poemas de estos autores no sobra , y tampoco falta, nada. Y tocan la raíz de las personas, las palabras personales de cada cual, recogiendo la imagen de mi amigo Ernesto Suárez; no son ejercicios de estilo. Este compromiso con la palabra poética a la vez de con la centralidad de la vida humana es una señal de tráfico a tener en consideración por parte de los poetas "jóvenes" (seamos buena gente e incluyamos aquí hasta los que ya han cumplido 40 , más que nada por la cuenta que me trae), más dados a trabajar sobre recetas (coloquialismo/experiencialismo/poética del silencio, qué se yo...) que a trabajar sobre sí mismos y su propio lenguaje personal, el que hace falta para que a uno lo entienda cualquiera. Como a Gamoneda.