Islas en la Red

30.4.04

Poesía y ciencia

Vía el Cuaderno de bitácora de rvr, que, a su vez, cita a Arcadi Espada, me entero que "Richard Dawkins anima a los nuevos escritores científicos a pujar por el premio Nobel de Literatura". En su mensaje, rvr, reflexiona sobre la relación de ciencia y letras, sobre el analfabetismo generalizado sobre temas científicos, y sobre el valor literario de algunas obras escritas por científicos. Los comentarios al mensaje también son dignos de leer, porque rvr pone el dedo en una llaga abierta en nuestro sistema educativo, que se extiende después a la manera como se relaciona nuestra sociedad con la ciencia, y la explicación de que este sea un país abarrotado de abogados (soy uno de ellos) y escaso en ingenieros. Este es un tema que siento me toca directamente, porque, de un tiempo a esta parte, llevo bastante mal mi analfabetismo matemático-científico, porque no de otra manera puede llamársele. Pienso que ese analfabetismo nos hace más vulnerables y manipulables en una sociedad cuyo desarrollo gira, y girará cada vez más, salvo cataclismo, en torno al desarrollo tecnocientífico.

Hay un libro precioso de Hans Magnus Enzensberger, uno de las pocas personas que pueden saltar de uno al otro lado de los dos territorios que componen nuestra cultura occidental, el tecnocientífico y el, digamos, de letras con soltura, titulado "Los elixires de la ciencia. Miradas de soslayo en poesía y prosa", que reune poemas y textos escritos a lo largo de toda su carrera, relacionados con las matemáticas y la ciencia. Como se reseña en la contraportada de este libro, editado por Anagrama: " Para él, poesía y ciencia no sólo tienen raíces comunes, sino que su encuentro a un mismo nivel es prometedor y necesario. Un poeta debe preocuparse por las matemáticas y la química y la medicina y la física elemental si quiere ser tomado en serio en el campo de la literatura. Considera asimismo que el descubrimiento de la poesía en las ciencias "podría facilitar a nuestros cerebros "perezosos" una cierta gimnasia y sensaciones de placer totalmente desacostumbradas". Su lectura es más que recomendable para gentes de los dos bandos, de los de letras "puras" y ciencias "puras" también. El libro se inicia con una cita de Nabokov: "There is no sciencie without fancy and no art without facts", que ya pone de manifiesto la tesis del autor desde el principio. Seguramente deberíamos plantearnos qué tipo de sistema educativo tenemos, que nos programa como analfabetos funcionales de una buena parte de nuestra cultura colectiva, especializándonos desde los 16 años.

Los elixires de la ciencia



Ezra Pound, en su famoso texto Varios "no" (pdf), decía un par de cosas muy interesantes a la hora de escribir poesía:

"Considera el estilo del científico antes que el estilo del agente de anuncios sobre un nuevo jabón.
"El científico no espera ser aclamado como gran científico hasta que ha descubierto algo. Empieza por aprendner lo que ya ha sido descubierto. Parte de ese punto hacia adelante. No se vale ser personalmente un tipo encantador. No espera que sus amigos aplaudan los resultados de sus tareas escolares de novato."


Otra sugerencia de lectura si les gusta la poesía del más alto nivel y la astrofísica. Lean Cántico Cósmico de Ernesto Cardenal, y verán la poesía de la ciencia y la ciencia de la poesía bien engarzadas en manos del Maestro. Aquí les van los primeros versos de la Cantiga 1 EL BIG BANG, de esta obra magna:

En el principio no había nada
ni espacio
ni tiempo
El universo entero concentrado
en el espacio del núcleo de un átomo,
y antes aun menos, mucho menor que un protón,
y aun menos todavía, un infinitamente denso punto matemático.
Y fue el Big Bang