Islas en la Red

31.5.05

Para pensar

Desde la guerra de destrucción de Yugoslavia, una de mis obsesiones es el papel de los intelectuales, escritores, poetas y demás fabricantes de imágenes, en conflicto de ese tipo. Cabe recordar que Radovan Karadjic, además de criminal de masas, es psiquiatra y poeta...

Hoy me he encontrado en El País, una referencia a la presentación en Madrid de un libro del autor bosnio Dzevad Karahasan, titulado "Sarajevo. Diario de un exilio", algunas de las consideraciones del autor, recogidas por el periodista, y de Juan Goytisolo, presentador del libro, creo que merecen la pena ser tenidas en cuenta. Ahí van:

"Vengo de un país devastado y la culpa la tiene la mala literatura, el mal uso del oficio literario. La identificación religiosa o política de escritores serbios fue tremenda. Inspiraron a Milosevic a asumir el destino serbio".

Dice el periodista: "Karahasan hace una interesante reflexión sobre el mal uso de la literatura: la literatura por la literatura, que es culpable indirectamente de contribuir a la indiferencia, y la literatura con ambiciones proféticas que crea valores erroneos." "Todos los líderes de los partidos serbios que han destruido Yugoslavia y la han empujado a la guerra son en general escritores y profesores de literatura", dice Karahasan.

Karahasan no se salva ni a sí mismo de la crítica: "Me reprocho haber considerado la libertad de la literatura como algo normal. Y he percibido sólo un lado de lo que es la libertad. Escribía lo que me pasaba por la cabeza y olvidé que libertad va unida a obligación. Libertad de la literatura, sí, ¿pero frente a qué?"

Juan Goytisolo, presentador de libro deja dicho: "Los escritores deben partir de la crítica, no de la identificación"


Cosas para pensar, tal vez sobre nosotros mismos...sobre nuestros gritos y sobre nuestros silencios.

12 Comments:

  • Desde luego, mucho tuvieron que ver la mitología y la épica nacional serbia en la escalada de nacionalismo y violencia de los años 90. Es ya un tópico señalar que en el confuso conglomerado de pueblos de los Balcanes, las leyendas, los mitos y los héroes se mezclan con la historia y están presentes en la vida cotidiana, algo así como si en España nos preguntásemos "¿Qué haría el Cid en esta situación?" de forma habitual, en nuestra vida cotidiana. Para los serbios hay una Gran Serbia (también existen una Gran Bulgaria, una Gran Hungría, etc), mucho mayor de lo que es hoy, que es la que gobernaba su héroe nacional, el rey Esteban Dusan, antes de ser derrotado en la batalla nacional, la del Campo de los Mirlos (Kosovo), por el enemigo nacional (Turquía y, por extensión, todo lo que huela a turco o a musulmán). Esas viejas historias alimentaron sin ninguna duda la "justificación" de la guerra, especialmente desde un estamento, los intelectuales del viejo Partido Comunista, literatos y poetas.

    Ahora bien, jamás debe perderse de vista el hecho de que las repúblicas "oprimidas" también hicieron uso de sus mitologías para la construcción de sus muchas veces excluyentes y ultranacionalistas estados: el caso de Croacia, cuyos políticos juguetean con una germanofilia lindante con el nazismo, no reconocen sus crímenes de guerra y ocultan a sus militares buscados por La Haya, es sólo un ejemplo.

    Las versiones de la guerra que manejan unos y otros, todas diferentes, todas salpicadas de acusaciones y autocomplacencia, todas parciales, componen una década después una suerte de mitología o poesía épica nacional que se suma a la anterior, de todos los siglos. Yo prefiero las historias de los que decidieron marcharse y callar: Dubravka Ugresic ("Gracias por no leer", en La Fábrica), quien se autodefine como ex-croata, o Aleksandar Hemon ("El hombre de ninguna parte", en Anagrama), ex-bosnio: silencios mucho más ricos y complejos que la mitología a gritos que todavía se lanzan a través de las nuevas fronteras.

    By Anonymous Anónimo, at 10:14 a. m.  

  • Muy cierto, Horacio, todo lo que dices. No me olvido los líderes croatas co mo Tudjman, tan repugnantes... La cuestión a la que doy vueltas es el papel de los intelectuales, de los creadores de imágenes, de como a veces ayudamos a fabricar armas ideológicas mortíferas, que después serán empleadas por otros para la matanza real. Me da un miedo cerval que dinámicas de ese tipo pudieran reproducirse en España, donde estamoa asistiendo a revisionismos de la historia de todo tipo. Tanto me preocupan los que se envuelven en viejas banderas imperiales, como los que utilizan su lengua como un arma arrojadiza, los que elaboran memoriales de agravios en vez de pensar en las posibilidades y los retos del presente - ya no hablo del futuro, el futuro no existe, existen los futuros, cambiando a cada momento, dependiendo de cada uno de nuestros gestos, por eso pienso que nuestros gestos, nuestros silencios y nuestas palabras son tan importantes- No sé, cuando tienes hijos empiezas a pensar que lo imporante y básico es que puedan disfrutar de un mundo en paz (o si se prefiere, sin guerra). No tengo ganas de que mis palabras alimenten sedes de sangre...

    Te copio las referencias que me has dado, y me voy pa'la librería... Mil gracias :)

    By Blogger Daniel, at 2:30 p. m.  

  • Daniel, te he pasado este testigo :)

    Que lo disfrutes. Un saludo.

    By Blogger Manuel M. Almeida, at 2:12 p. m.  

  • Pues Daniel, justamente eso quería decir con el (demasiado largo) comentario: que la labor de los intelectuales de uno y otro bando a veces no consiste en nada más que en añadir mitología nacionalista nueva a la enorme cantidad inextricable de mitología nacionalista que se amontona en los Balcanes (y NO SÓLO en los Balcanes). Uno puede partir de un presupuesto muy noble, como por ejemplo la intención de desdemonizar al pueblo serbio y denunciar la hipócrita actuación de la OTAN en la crisis de finales de los 90, a lo Peter Handke o Noah Chomsky, y acabar sin darse cuenta negando los crímenes del señor Karadzic. El peligro está ahí. En Belgrado, en una discusión inacabable en el verano de 2002, un comunista italiano me decía con toda la tranquilidad del mundo que la matanza de Srebrenica no era más que contaminación informativa. Con la misma regla de tres, un profesor sarajevita de español me decía que los bosniomusulmanes buscados por La Haya no eran culpables de muerte alguna, y que por su país no pasaban muyahidines: mitología, consignas que estamos deseando creer, a pesar de su poca consistencia, palancas para mover a las masas, herramientas para hijos de puta, mentiras de las que, a la larga, es difícil no ser responsable. ¿No?

    By Anonymous Anónimo, at 7:14 p. m.  

  • Horacio, poco que añadir a lo que dices... pero creo que un sentido crítico afilado y que ponga bajo sospecha discursos identitarios debe(ría) ser una buena herramienta... pero es más un deseo que otra cosa. Sigo pensando que uno siempre tiene la opción de no dejarse arrastrar por el discurso dominante (general o de tu pequeño colectivo)...lo que pasa que no es gratis.Al contrario, los precios son muy caros a veces.

    By Blogger Daniel, at 8:21 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 7:18 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 3:44 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 3:44 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 11:42 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 2:30 a. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 7:52 p. m.  

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    By Blogger Roberto Iza Valdés, at 7:05 p. m.  

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