Islas en la Red

14.12.03


Gonzálo Rojas


Le han dado el premio Cervantes a un poeta. Hay que alegrarse por muy lejos que uno se sienta del montaje de los premios y, en particular, de premios como el Cervantes. Más de alegrarse es aún que haya recaído en un poeta como Gonzálo Rojas, que a sus 85 años se muestra más dinámico y verbalmente imaginativo que la mayoría de los poetas españoles que rondan los 40. Eso, claro está, aparte de deberse a la propia personalidad de Rojas, tiene su raíz en la fecunda lectura que la poesía latinoamericana hizo de las vanguardias históricas, y que en al orilla penínsular prácticamente no se produjo, o no con la fuerza suficiente para romper el conservadurismo formal y temático en el que, salvo excepciones, se mueve la poesía española, o al menos la más reconocida oficialmente.

Leí la entrevista que le hicieron a Rojas en "El País", el 11 de diciembre con la que no puedo enlazarles dado la política editorial adoptada por ese medio en Internet. Aparte de la viveza que muestra Rojas siempre en las entrevistas que le hacen, me quedo con una frase, que conecta especialmente con mi manera de afrontar mi propia producción poética (salvando las distancias, por favor). La frase dice así: " La lozanía de la oralidad es lo que me importa, recoger en el aire la palabra que zumba, que da la luz y la chispa".

En el mismo ejemplar de "El País", otro laureado poeta, Luis García Montero, presentando la publicación de "España, aparta de mí este cáliz" de Cesar Vallejo, contrapone la figura del poeta peruano con "el carnaval linguístico de la vanguardia". A ver, aparte de que no tengo nada contra el carnaval ni contra cualquier manifestación de alegría y vida, lingüística inclusive, yo me pregunto: �Qué vanguardia ha leído García Montero? No deben ser los mismos que leí yo. Seguramente no ha leído a Pedro García Cabrera, o a Domingo López Torres, �Ha leído a Oliverio Girondo? �Y a Huidobro? Una pregunta: "Trilce" la obra con la que Vallejo rompe con el modernismo para buscar un lenguaje personalísimo y bastante alejado de la simpleza, �era parte de ese carnaval lingüístico? No se entiende a un poeta como Rojas sino desde la tradición que inauguraron las vanguardias de los años 20 y 30 del siglo pasado, y antes los poetas simbolistas franceses y modernistas hispanoamericanos y canarios, y en esa búsqueda de un lenguaje revelador de lo oculto, transparente en su ingenuidad, esto es, desprejuiciado, Rojas es un poeta intenso, un generador de lenguaje, y no un mero gestor de palabras.