Simples notas
El otro día, no sé a cuento de qué, anoté en mi cuaderno (el de papel)unas notas en relación con el concepto de poesía, desde mi punto de vista, que se me vinieron a la cabeza mientras caminaba, que es como me suelen suceder estas cosas. Ahora búscate un sitio donde sentarte y anotar antes de que se te vaya el baifo... Siempre he huído de teorizar mi/s manera/s de escribir poesía. Pura cobardía, para qué negarlo, o reflejo de mis inseguridades. Y cuando he afrontado semejante abismo los resultados nunca me han satisfecho del todo. Tal vez mi material más logrado al respecto se encuentra en los Cinco poemas para una poética que se busca, lo que, en cierto modo no deja de ser un subterfugio. En estos días también me he vuelto a sumergir en el magnífico repositorio de documentos para el debate que ofrece el Foro Social de las Artes de Valencia. Me daba la sensación a veces de estar queriendo participar en una conversación ya transcurrida, cuando ya los interlocutores habían dejado la mesa y vuelto a sus quehaceres. Esa sensación de llegar tarde, que solo me atrevo a justificar desde mi lejanía... En todo caso, recomiendo le echen un ojo en projundidad a los documentos: "Empeños" de Jorge Riechmann, "Poesía en tiempos sombríos" de Antonio Méndez Rubio y a las conversaciones sobre la especificidad y la calidad poéticas, mantenidas por David Méndez, Antonio Méndez Rubio, Riechmann y David Eloy Rodríguez. Y a todos los demás.
En fin, que aquí van estas notas a voleo, conscientes de su humildad y de su condición (ultra)periféricas:
Una posible definición de poesía radicalmente breve:
poesía = expresividad concentrada.
Esta fórmula seguro que es una recepción de Pound directa o a través de Cardenal, Quiñones, etc... y, por tanto, es una fórmula que vendría de Oriente, de la poesía oriental , pero no recuerdo haberla visto tan "reducida al mínimo".
Si "poesía = expresividad concentrada", esto debería significar que:
a mayor concentración expresiva más poesía obtenida por recurso empleado. Esta formulación sería aplicable no sólo a la escritura poética sino a otras artes, como la música, la pintura, la fotografía, etc... a un sentido amplio de lo poético, en definitiva.
¿Como se consigue en escritura poética esta concentración expresiva? A través de los recursos, de las herramientas del oficio que el poeta debe saber manejar: el ritmo, el tono, la polisemia, etc...La poesía trasciende las herramientas poéticas, pero estas son necesarias si se quiere captar la "vibración poderosa del lenguaje" de que habla David Eloy Rodríguez, o si se quiere exceder "la linealidad de la lógica abstracta, la idealidad del signficado, la racionalidad de la mirada, llevando la lectura hacia aquello que es justamente pulso material, ritmo, tiempo, sonido, corporalidad", en palabras de Méndez Rubio.
Cabría una fórmula derivada de lo anterior, al menos como propuesta: cuantos más sentidos, cuanta más capacidad de sugerencia en menos espacio (recursos) más poesía. Menos es más. Eso no es original en absoluto y está en la raíz de la fascinación que desde varias generaciones de poetas en castellano, se siente por la poesía china y japonesa. El riesgo de la aplicación de esta fórmula es que se puede usar, precisamente, como una fórmula que, sin contenido real, deriva en la manifestación de naderías con rostro ceñudo y gesto concentrado, dirigidos a tapar el vació. Pero, al menos, una nadería a la japonesa es breve, lo cual es una ventaja frente a la tendencia a la verborragia que yo veo en mucha de la poesía española, derivada de un exceso de confianza en el manejo del idioma de una cierta autocomplacencia circense del tipo "mira lo que hago"....
Y, por tanto, hay que acabar hablando de los significados, de los sentidos de las palabras, porque, como cantó Blas de Otero: "las palabras significan" (las jodidas). Las palabras, pese a todos los experimentos vanguardistas, no son meros sonidos más o menos rítmicos. Las palabras son sentido/s, a veces explícitos y a veces implícitos y, en todo caso, nunca inocentes. Cada autor es libre, por supuesto, y, como libre, responsable: de lo que muestra y de lo que oculta. De lo que ilumina con su expresividad poética y de lo que ensombrece y oculta simplemente, a veces, no mencionándolo.
Y esa es una opción radicalmente política del poeta, quiéralo él o no. Me consta que esto es una simpleza, pero es de estas que hay que andar repitiendo siempre, para que no se olviden.
También es política la opción por unos recursos o por otros, por la/s forma/s, como insiste en recordar Méndez Rubio, pero sobre eso, otro día, otras notas.
Me gustaría cerrar esta entrada con unas palabras de David Eloy Rodríguez que me han resultado muy sugerentes:
"Si no tensamos o escuchamos la vibración poderosa del lenguaje ¿en qué nos distinguimos del que junta letras en nombre del poder?".
El otro día, no sé a cuento de qué, anoté en mi cuaderno (el de papel)unas notas en relación con el concepto de poesía, desde mi punto de vista, que se me vinieron a la cabeza mientras caminaba, que es como me suelen suceder estas cosas. Ahora búscate un sitio donde sentarte y anotar antes de que se te vaya el baifo... Siempre he huído de teorizar mi/s manera/s de escribir poesía. Pura cobardía, para qué negarlo, o reflejo de mis inseguridades. Y cuando he afrontado semejante abismo los resultados nunca me han satisfecho del todo. Tal vez mi material más logrado al respecto se encuentra en los Cinco poemas para una poética que se busca, lo que, en cierto modo no deja de ser un subterfugio. En estos días también me he vuelto a sumergir en el magnífico repositorio de documentos para el debate que ofrece el Foro Social de las Artes de Valencia. Me daba la sensación a veces de estar queriendo participar en una conversación ya transcurrida, cuando ya los interlocutores habían dejado la mesa y vuelto a sus quehaceres. Esa sensación de llegar tarde, que solo me atrevo a justificar desde mi lejanía... En todo caso, recomiendo le echen un ojo en projundidad a los documentos: "Empeños" de Jorge Riechmann, "Poesía en tiempos sombríos" de Antonio Méndez Rubio y a las conversaciones sobre la especificidad y la calidad poéticas, mantenidas por David Méndez, Antonio Méndez Rubio, Riechmann y David Eloy Rodríguez. Y a todos los demás.
En fin, que aquí van estas notas a voleo, conscientes de su humildad y de su condición (ultra)periféricas:
Una posible definición de poesía radicalmente breve:
poesía = expresividad concentrada.
Esta fórmula seguro que es una recepción de Pound directa o a través de Cardenal, Quiñones, etc... y, por tanto, es una fórmula que vendría de Oriente, de la poesía oriental , pero no recuerdo haberla visto tan "reducida al mínimo".
Si "poesía = expresividad concentrada", esto debería significar que:
a mayor concentración expresiva más poesía obtenida por recurso empleado. Esta formulación sería aplicable no sólo a la escritura poética sino a otras artes, como la música, la pintura, la fotografía, etc... a un sentido amplio de lo poético, en definitiva.
¿Como se consigue en escritura poética esta concentración expresiva? A través de los recursos, de las herramientas del oficio que el poeta debe saber manejar: el ritmo, el tono, la polisemia, etc...La poesía trasciende las herramientas poéticas, pero estas son necesarias si se quiere captar la "vibración poderosa del lenguaje" de que habla David Eloy Rodríguez, o si se quiere exceder "la linealidad de la lógica abstracta, la idealidad del signficado, la racionalidad de la mirada, llevando la lectura hacia aquello que es justamente pulso material, ritmo, tiempo, sonido, corporalidad", en palabras de Méndez Rubio.
Cabría una fórmula derivada de lo anterior, al menos como propuesta: cuantos más sentidos, cuanta más capacidad de sugerencia en menos espacio (recursos) más poesía. Menos es más. Eso no es original en absoluto y está en la raíz de la fascinación que desde varias generaciones de poetas en castellano, se siente por la poesía china y japonesa. El riesgo de la aplicación de esta fórmula es que se puede usar, precisamente, como una fórmula que, sin contenido real, deriva en la manifestación de naderías con rostro ceñudo y gesto concentrado, dirigidos a tapar el vació. Pero, al menos, una nadería a la japonesa es breve, lo cual es una ventaja frente a la tendencia a la verborragia que yo veo en mucha de la poesía española, derivada de un exceso de confianza en el manejo del idioma de una cierta autocomplacencia circense del tipo "mira lo que hago"....
Y, por tanto, hay que acabar hablando de los significados, de los sentidos de las palabras, porque, como cantó Blas de Otero: "las palabras significan" (las jodidas). Las palabras, pese a todos los experimentos vanguardistas, no son meros sonidos más o menos rítmicos. Las palabras son sentido/s, a veces explícitos y a veces implícitos y, en todo caso, nunca inocentes. Cada autor es libre, por supuesto, y, como libre, responsable: de lo que muestra y de lo que oculta. De lo que ilumina con su expresividad poética y de lo que ensombrece y oculta simplemente, a veces, no mencionándolo.
Y esa es una opción radicalmente política del poeta, quiéralo él o no. Me consta que esto es una simpleza, pero es de estas que hay que andar repitiendo siempre, para que no se olviden.
También es política la opción por unos recursos o por otros, por la/s forma/s, como insiste en recordar Méndez Rubio, pero sobre eso, otro día, otras notas.
Me gustaría cerrar esta entrada con unas palabras de David Eloy Rodríguez que me han resultado muy sugerentes:
"Si no tensamos o escuchamos la vibración poderosa del lenguaje ¿en qué nos distinguimos del que junta letras en nombre del poder?".
2 Comments:
Como una pequeña aportación a tu reflexión, dejo estas palabras de Ernesto Sábato:
"Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas".
By Kostas K., at 7:18 p. m.
Fácil de decir, tan difícil de hacer...
By Daniel, at 4:56 p. m.
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