Oriental
Así se titula el último poemario del poeta tinerfeño Melchor López, en la colección La Fragua de Vulcano, de la Biblioteca Municipal de Guía de Isora. El primer libro de Melchor, "13 Poemas", se editó en 1993 en La Calle de la Costa, en los tiempos en que Ernesto Suárez tuvo que asumir en solitario el peso de la gestión del proyecto editorial. Lo cierto es que le había perdido la pista a este poeta, que ahora recupero gracias al siempre avizor Philippe Tacoronte, de Trapera.
A la poesía de Melchor López parece haberle sentado muy bien el encuentro con el paisaje minimalista de Fuerteventura. El subtítulo, precisamente, de Oriental es "Cuaderno de Fuerteventura 1998-2001", y se trata de una colección de poemas de extraña intensidad, donde le paisaje isleño, desolado y a la vez suave de Fuerteventura es protagonista. La doble soledad majorera parece haber actuado como una prensa y los poemas de Melchor son aceite, óleo de primera calidad. Aquí tienen de muestra la tremenda pieza que abre Oriental:
BÍBLICA
ESTA ISLA ES erial, sertón, pampa, camino de llagados disciplinantes,
sedienta Judea, asolada provincia sometida a la ley del viento y de su
fusta salvaje. Esta isla es túmulo a la deriva, perorata de tolvanera,
abandonado hospital de incurables, polvoriento Sinaí por el que desfila
la herrumbrosa soldadesca de las cabras.
Pero también es la isla de los cielos orientales, del sol dador, de
las montañas en alianza, de la luz más hermosa. Y puede que ade-
más llegue a ser el lugar donde un día se rompan las antiguas tablas
y se nos entreguen las nuevas.
Y aquí, una foto de Fuerteventura, para que se situen.
Así se titula el último poemario del poeta tinerfeño Melchor López, en la colección La Fragua de Vulcano, de la Biblioteca Municipal de Guía de Isora. El primer libro de Melchor, "13 Poemas", se editó en 1993 en La Calle de la Costa, en los tiempos en que Ernesto Suárez tuvo que asumir en solitario el peso de la gestión del proyecto editorial. Lo cierto es que le había perdido la pista a este poeta, que ahora recupero gracias al siempre avizor Philippe Tacoronte, de Trapera.
A la poesía de Melchor López parece haberle sentado muy bien el encuentro con el paisaje minimalista de Fuerteventura. El subtítulo, precisamente, de Oriental es "Cuaderno de Fuerteventura 1998-2001", y se trata de una colección de poemas de extraña intensidad, donde le paisaje isleño, desolado y a la vez suave de Fuerteventura es protagonista. La doble soledad majorera parece haber actuado como una prensa y los poemas de Melchor son aceite, óleo de primera calidad. Aquí tienen de muestra la tremenda pieza que abre Oriental:
ESTA ISLA ES erial, sertón, pampa, camino de llagados disciplinantes,
sedienta Judea, asolada provincia sometida a la ley del viento y de su
fusta salvaje. Esta isla es túmulo a la deriva, perorata de tolvanera,
abandonado hospital de incurables, polvoriento Sinaí por el que desfila
la herrumbrosa soldadesca de las cabras.
Pero también es la isla de los cielos orientales, del sol dador, de
las montañas en alianza, de la luz más hermosa. Y puede que ade-
más llegue a ser el lugar donde un día se rompan las antiguas tablas
y se nos entreguen las nuevas.
Y aquí, una foto de Fuerteventura, para que se situen.
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